Meu passado sem futuro

Por: Fabiana Massoquette

He visto un rey egipcio, ¿o sería un descendiente de él? Un cuerpo delgado, bajo la luz de la luna, relucía toda la perfección de un dibujo de Michelangelo. En una noche de luna llena, yo estaba parada, admirando su cuerpo iluminado y preciso. ¿Sería un sueño? ¡Aquél imagen, tan perfecto! ¡Concreción de poesía! ¡Unión de Neruda y Rodin!

Toqué su piel muy despacio y todo era increíblemente real. Era como tocar letras y su unión sonaba linda melodía. Tez suave de aceituna blanda, palabras aterciopeladas y dulces resbalaban entre mis dedos, por mis brazos, decían por mi vientre, llenándome de poesía. Sentí que me salían palabras hasta por las plantas de mis pies.

Él era un rey egipcio. No, quizás fuera un poeta egipcio. No, quizás fuera el poeta dueño de la luna. Creo que no. Quizás una escultura. ¡Ya no importa! Yo podría leer en su sonrisa palabras cautivantes. Sus dientes blancos lucían simpatía, pero su aire altivo no dejaba dudas sobre su porte de majestad. Él me trataba como si yo fuera su reina. Él me quería y yo lo sabía. Él me deseaba y yo lo podía sentir. Él buscaba descubrirme, conocer mis mundos, desvelar mi alma. Quizás él fuera un navegante. Él hacía planes, trazaba rutas. Yo no tengo mapas, él tendría que leer mis estrellas. Y yo… ¿Lo que es que yo quería? Sólo quería mirar aquél cuerpo bajo la luz de la luna y tocar su piel despacito.

No sé si fue el vino. No sé si fue el aire de aquél sitio que me arrebató el juicio. No sé si fue la luz de la luna o la música del viento. No sé si fueran las palabras que él susurró en mi oído, o la manera con que pacientemente me seducía. No sé si existe explicación y no sé si quiero encontrar alguna.

Él quería mis pensamientos, mi presente y mi futuro. Yo sólo quería unos minutos de su vida. Él quería. Él soñaba. Él realizaba. Él amaba. Yo sólo vivía bajo aquella luz suave, fotografiando con mis retinas, lo que mi memoria no retendría para siempre.


Por: Fabiana Massoquette

Eu vi um rei egípcio, ou seria um descendente dele? Um corpo delgado, baixo a luz da lua, reluzia toda a perfeição de um desenho de Michelangelo. Em uma noite de lua cheia, eu estava parada, admirando seu corpo iluminado. Seria um sonho? Aquela imagem, tão perfeita! Concretização de poesia! Junção de Neruda e Rodin!

Eu toquei sua pele bem devagar e tudo era incrivelmente real. Era como tocar letras e a junção delas me traziam linda melodia. Tez suave de azeitona macia, palavras aveludadas e doces escorriam entre meus dedos, pelos meus braços, desciam pela minha barriga, tomavam meu corpo, enchiam-me de poesia. Senti as palavras saindo até dos vãos dos dedos dos meus pés.

Ele era um rei egípcio. Não, talvez um poeta egípcio. Não, talvez um poeta dono da lua. Também não. Talvez, uma escultura. Já não importa! Eu podia ler em seu sorriso palavras cativantes! Seus dentes brancos reluziam simpatia, porém seu ar altivo não deixava dúvidas sobre seu porte de alteza. Ele me tratava como sua rainha. Ele me queria e eu sabia. Ele me desejava e eu podia sentir. Ele buscava descobrir-me, conhecer meus mundos, desvendar minha alma. Talvez ele fosse um navegante. Ele fazia planos, traçava rotas. Eu não tenho mapas, ele teria que ler as minhas estrelas. E eu... O que eu queria? Eu só queria olhar aquele corpo sob a luz da lua e tocar sua pele devagar.

Não sei se foi o vinho, não sei se foi o ar daquela terra que se apoderou de mim. Não sei se foi a luz da lua. O som da música ou do vento. Não sei se foram as palavras que ele sussurrou em meu ouvido. Nem a maneira com que pacientemente me seduzia. Não sei se existe explicação, nem sei se quero encontrar alguma.

Ele queria meus pensamentos, meu presente, meu futuro. Eu só queria alguns minutos da sua vida. Ele queria. Ele sonhava. Ele realizava. Ele amava. Eu apenas vivia baixo aquela luz suave, fotografando com minhas retinas, o que minha memória nem sempre reteria.

Me rio em Metangula

Foto: Fabiana Massoquette

Poesia por: Fabiana Massoquette

Um rio de canoa e remo

Eu sorrio vendo a vida que voa

Canoa boa e suave no pé da tarde

Tarde que arde noite e dia

Brisa macia

Sem vigia o tempo passa

Sem perceber parece que enlaça

Embaraça

Faz graça

Traz lembrança

Longe, longe,longe

Distante,

Cada vez mais!

Detê-lo nunca mais!

Escapa-me das mãos

Faz-se um vão

Vazio ficou o lugar

No coração, as lembranças do rio,

Do céu

De um eu pequenino

Menino esguio

Carrego em meu peito estio

Esperança de voltar

Mi Diario Africano - Parte 04

Foto por: Anders Karlsson
¡Domingo de fiesta! Lago por la mañana. Quería crear raíces en aquél sitio, Lago Niassa. ¡Agua azul y transparente, peces ornamentales, todo calmo, sonido del agua, sol y paz! Dos horas de tranquilidad. Nada es eterno. Reunión por la tarde y mucho blablablá, nada bueno lo suficiente para ser aprovechado en mi tesis. ¡Mis pocas horas de descanso fueron gastadas en vano!

Noche de partido (hockey sueco, equipo de Växjö). Después de un partido emocionante, que hemos seguido por SMS, el equipo de la ciudad donde yo vivía vence y sube de categoría. Salimos todos (incluso la profesora) para conmemorar. Bar local, cerveza caliente y “cachaça”. Un poco de alcohol en la sangre y los suecos se animan a bailar canciones africanas.

¿El bar? Unas vigas de bambú, el techo en paja y la música muy alta. Un camarero bailaba como si esta fuera la mejor fiesta de su vida y el otro leía de manera muy compenetrada un artículo en ingles sobre passion fruit (maracuyá) en una vieja revista.

Cinco blancos en el medio de la nada, lo suficiente para atraer la atención de muchos aborígenes.

¡Noches de integración, mañana de lunes de resaca! Más una semana de muchas entrevistas y interminable espera. ¡Hakuna matata!

Foto por: Anders Karlsson
Domingo de festa! Lago pela manhã. Eu queria criar raízes naquele lugar, Lago Niassa. Água azul e transparente, peixes ornamentais, tudo calmo, barulho de água, sol e paz! Duas horas de tranqüilidade. Nada dura para sempre. Reunião pela tarde e muito blábláblá, nada bom o suficiente para ser aproveitado na minha tese. Minhas poucas horas de descanso gastas em vão!

Noite de jogo (hóquei sueco, equipe de Växjö). Depois de um jogo emocionante, que acompanhamos através de SMS, a equipe da cidade onde eu vivia vence e sobe de categoria. Saímos todos para comemorar, inclusive a professora. Bar local, cerveja quente e cachaça. Um pouco de álcool no sangue e os suecos se animam a dançar as músicas africanas.

O bar? Umas vigas de bambu, um teto de palha e música muito alta. Um garçom que dançava como se fosse a balada mais quente da noite e o outro que lia concentradamente uma revista muito velha e em inglês, a reportagem era sobre passion fruit (maracujá).

Cinco brancos o meio do nada, o suficiente para atrair a atenção de muitos aborígines.

Noite de integração, manhã de segunda-feira de ressaca. Mais uma semana de muitas entrevista e interminável espera. Hakuna matata!

O tempo de um "amor"

Por: Fabiana Massoquette


Fica mais uma noite

Fica aqui

Uma noite mais

E mais

E mais


Chega perto, bem junto a mim

Abraça-me devagar

Deixa-me sentir teu corpo

Fazer parte da tua respiração

Fica aqui mais um instante

Deixa-me sentir teu cheiro


Só mais uma vez

Peço-te,

Só mais um dia

Peço-te,

Só mais uma vez!

E antes que meu corpo repila o teu

E minha boca não queira mais a tua

Deixa-me pedir-te desculpas

Perdoa-me por não conseguir amar-te


Agora, já!

Acabou!

Podes ir-te

Vais, porque sou assim

Não sei explicar

Não consigo entender-me

Porém tenho que dizer:

Eu me cansei de ti!

¿Un chocolate para endulzar la vida?

¿Cuándo estuviste satisfecha con tu cuerpo? Toda su angustia sofocada en chocolate le pasaba factura. Su cuerpo estaba destrozado, pero no más que su alma. Ha mucho ella no si miraba verdaderamente en el espejo, pero cuando veía la sombra de lo que fuera un día, se asustaba y volvía a cejar los ojos con toda su fuerza. La simple pregunta hizo revolcar todo su interior. Nunca había sido feliz con su cuerpo. ¿Culpar la madre o el padre jugando a Freud? ¿Culpar los medios de comunicación? ¡Eso no sería la solución, nadie era culpable de sus problemas y frustraciones!

Muchas eran las cosas que ocurrían y robaban su felicidad. Ella, por su vez, entregaba sin contestaciones lo mejor de sí: su sonrisa, como si no la mereciera. Los sentimientos dentro de si se revolcaban. Otra vez tenía la sensación que este cuerpo que habitaba ya no era apropiado para ella. Es como si ocupara un cuerpo equivocado, tenía ganas de irse de allí, de esta cara, de este cuerpo, de estas piernas y estos brazos. Por eso empezó a cambiar, empezó con el color de sus uñas, después el color de su pelo, ¡pero se sentía fatal! Parecía buscar algo que no existía dentro de sí.

Las cosas pasaban, transcurrían y ella estaba paralizada en el medio del camino. Tenía la sensación de haber vestido la ropa al revés, quizás había vestido la propia vida al revés. Todo venía en dirección contraria y la atropellaba, no conseguía cruzar la avenida de la desesperanza. Los coches de soledad, de desánimo, de angustia la impedían de cruzar la calle. Y el río que por tanto tiempo había represado dentro de sí, transbordara por una sola gota, una única pregunta: ¿Cuándo estuviste satisfecha con tu cuerpo?

Obs: As pinturas são de Botero.

Mi Diario Africano - Parte 01

Un mes en Mozambique, más de 3 semanas en Metangula, ciudad al norte del país. Una experiencia increíble. Reuní datos para mi tesis del máster, entrevisté la populación y los políticos. He vivido y me he sentido como una autóctona (no fuera por mi color). Fue como si estuviera en casa, me he sentido fruto de la tierra. Aquí, pondré lo que escribí en las pocas horas de descanso que tuve por allá, mis impresiones, mis reflexiones, las observaciones que hice de este fantástico viaje. Sé que no conseguiré decir todo, ninguna palabra valdría para expresar toda la magnitud de mi experiencia. Después de días tan intensos, siento un vacio en el alma, camino perdida por la casa en busca de un pasaje secreto que me lleve de vuelta.

Dia 01 de Abril (todavía yo estaba en el tren Aveiro-Lisboa, rumo al aeropuerto para tomar el vuelo Amsterdam- Nairobi- Maputo)

¡Viajo a África! Sí, en un rato embarco. Tanto hice para llegar hasta allá y ahora me voy. Estoy nerviosa, confeso. He cometido muchos errores, he tomado decisiones precipitadas y equivocadas, me he perdido por el camino, pero lo importante es que llegué al destino que tanto he anhelado.

¡Diós, yo llegué! Bueno, todavía necesito hacer el check in. ¿La ruta? España-Suecia-Africa, esta fue la manera que he conseguido hacer mis cosas. Sé que mi mapa es original, pero es que soy así, al revés. Así como un diferente camino a las Indias llevó al conocimiento de un nuevo continente, he recorrido una rara trayectoria para mi nuevo mundo.

P.S.: Aquí está la primera traducción de mi diario africano, como he prometido. Poco a poco iré poniendo más cositas en Español.

Meu diário africano - parte 03


(eu indo para a "casinha")

(Aí está a privada!)

Xixi no buraco (09/04/2010)

Na África, temos que aprender a viver sem luxo e vaidade. Nada de maquilagem. Não há espelho no meu quarto, nem no banheiro, o único que eu uso é o que trago comigo na bolsa. Aprendo a me ver bonita pelos olhos dos outros. Suamos muito e as peles ficam oleosas. O cabelo segue preso noite e dia. Chinelo é produto de primeira necessidade. Banho é essencial, e quando não pode ser de chuveiro, é de caneco. Água quente??? Não havia e não precisava, supérfluo. Papel higiênico não é algo muito freqüente. Algumas vezes, é difícil encontrar um vaso sanitário, é preciso fazer xixi no buraco no chão. Eu não sou boa de mira. Não nasci para fazer xixi no buraco.

O fogão do nosso “hotel” é elétrico e de duas bocas, um desses que as pessoas levam para acampar. O cozinheiro faz milagre cozinhando para tantos. É claro que tudo demora seu devido tempo. “No hurry in Africa” (sem correria em África) já dizia meu colega todas as vezes que nos sentávamos a esperar, lá sempre tínhamos que esperar.

O chão era vermelhão (o que não deixou minha mãe muito feliz quando viu minhas meias). A limpeza não era muita. Nada de variedades culinárias (ainda falarei sobre meu cardápio). Soube que mamão aqui é comida de porco e quase enfartei! Ontem, minhas colegas comeram um bolinho na feira. Eu não tive coragem. O cesto estava no chão, na beira da pista onde passavam os carros. Eu já não sabia se o marrom era a cor natural daquela comida, ou uma coloração artificial devido a poeira. Elas me disseram que estava bom e eu preferi acreditar sem experimentar. Talvez a poeira tenha sido o tempero. Independente de qualquer coisa, aqui, somos felizes! Eu quero ficar!

(Aqui é o hotel que ficamos. O quarto que eu dormi é o da esquerda, com uma varanda que dava para a rua. O carro branco parado é o nosso.)

A foto é de Chima (é como se fosse uma polenta, feita com farinha de milho. É a comida típica de lá, é o arroz com feijão dos moçambicanos) com Chambo (peixe do lago, maravilhoso!)

Meu diário africano - parte 02


Dia 07 de Abril

Em uma Toyota 4x4 rodamos por mais de duas horas pela estrada. Somos seis pessoas dentro do carro. A professora é sueca, chama-se Gunilla e é quem dirige. A primeira vez que esteve em Moçambique foi na década de 70. Por muitos anos, ela viveu lá. Anders é sueco, nascido em Växjö, minúscula cidade em que eu vivi por um ano. Ele é uma pessoa muito viajada. Essa não é sua primeira visita ao continente Africano. Jonna é outra sueca viajada, porém não tanto quanto o Anders. Já esteve pela África, em diferentes países e no seu currículo entram malária e outras doenças “exóticas”. Jéssica é amiga dos outros dois há alguns anos. Também é sueca, e tem jeito de menina do interior. Essa é sua primeira vez em território africano. Sua grande viaje foi um intercambio de 6 meses nos EUA. Júlia é a única autentica moçambicana que nos acompanha. Ela trabalha numa organização de projetos para o desenvolvimento local, e nos ajudará a traduzir algumas coisas durante as entrevistas com aqueles que só falam a língua local e não o idioma oficial, Língua Portuguesa. Eu sou a sexta componente. Nunca pisei naquela terra, mas fui estudar na Suécia para poder fazer este estudo na África. Sinto-me cheia de gás e entusiasmo.

Apresentações feitas, seguimos pela estrada. Avisaram-nos que o percurso estava muito bom, todo asfaltado. O bom e o ruim sempre foram conceitos relativos! A estrada tinha asfalto, mas faltava acostamento. A pista mal dava para dois carros, apesar de ser mão dupla. As curvas eram muito fechadas e de pouca visibilidade. Os carros que trafegavam eram abarrotados de pessoas e com manutenção precária. Seguimos a aventura, porque de Lichinga a Metangula, só de carro.

A paisagem era bonita, montanhas verdes, árvores que parecem tiradas de quadros. Eu estava fascinada apesar de estar chacoalhando mais que batata ali dentro.


Cruzamos aldeias a beira da pista e muitas pessoas nos acenavam, especialmente as crianças. Resolvemos parar, esticar as pernas. Dezenas de crianças rodearam o nosso carro. Alguns jovens e adultos também nos observavam, mas à distância. Tiramos fotos. Todos querem ser fotografados, param e fazem pose.

Suecos e africanos juntos, eu me sinto no “meio do caminho”. Consigo entender algumas coisas das duas culturas, porém nenhuma delas é a minha. Procuro ser flexível e absorver tudo. Sinto que este é o momento de aprender sobre a cultura sueca. Agora, que meus colegas dependem de mim (porque falo português e os outros estudantes não), acredito que tentarão serem meus amigos, ao menos por necessidade.



Dia 08 de Abril

Eu rezei muito para o calor e ele chegou. Veio com toda a força da minha oração. Era domingo, um lindo dia de sol e fui ao lago Niassa/Malawi aproveitar minhas poucas horas de descanso. Fiquei na água todo o tempo que pude, aproximadamente duas horas e poderia ter ficado mais. Água quente e transparente, peixes ornamentais (que dizem existir, mais eu ainda não vi).

Duas branquelas e uma amarela (eu) de biquíni, refletindo um branco pálido adoentado da pouca luz sueca. Chamávamos a atenção. Todos paravam e analisavam nossos corpos sem a menor discrição.

Enquanto estivemos na água, as crianças nadaram ao nosso redor, em uma espécie de cinturão. Fomos os animais exóticos do local (por favor, não dê pipoca aos macacos, eu me lembrava!). Os pequenos tentavam brincar e chamar a nossa atenção. Nós só queríamos relaxar, um minuto de paz. Eu queria também esquecer o longo inverno nórdico, queria fazer com que o gelo que levava por dentro, que o frio que havia endurecido a minha alma se fosse.

Sinto que algo começa a mudar dentro de mim. Consigo relaxar e meu sorriso parece querer tomar forma outra vez.

Meu diário africano - parte 01


Um mês em Moçambique, mais de 3 semanas em Metangula, cidade ao norte do país. Uma experiência incrível. Coletei dados para minha tese do mestrado, entrevistei a população, os políticos, vivi e me senti como uma do local (se não fosse pela minha cor). Acreditava estar em casa, fui acolhida por todos como fruto da terra. Aqui, postarei o que escrevi nas poucas horas vagas que tive por lá, as impressões, reflexões e observações da minha fantástica viagem. Sei que não conseguirei demonstrar tudo, nenhuma palavra servirá para exprimir a grandeza da minha experiência. Depois de dias tão intensos, sinto um vazio na alma, caminho perdida pela casa, a procura de uma passagem secreta que me leve de volta.

Dia 01 de Abril (ainda no trem Aveiro-Lisboa, de onde sairia o avião com destino Amsterdã-Nairobi-Maputo)

Viajo para África! Sim, em algumas horas eu embarco. Tantas coisas fiz para chegar até lá e agora eu vou. Estou nervosa, confesso. Muitos foram meus erros, tomei decisões difíceis e perdi-me pelo caminho, mas ainda assim cheguei ao destino que sonhava.

Deus, eu cheguei! Bem, ainda irei embarcar. Roteiro? Espanha-Suécia-África. Meu mapa é original, por assim dizer. Mas independente da trajetória, consegui! Assim como um diferente caminho para as Índias levou ao conhecimento de um novo continente, eu percorri estranha trajetória para meu novo mundo.

Dia 02 de Abril

Pisei o chão de Nairobi (Kenia). Toquei o solo devagar e com o pé direito, respirei fundo e senti um cheiro de terra molhada. Deixei a chuva fina levar de mim todos os maus pensamentos. Saudei os primeiros raios de sol com um sorriso iluminado.

Dia 03 deAbril

Cheguei a Maputo ontem. Uma mala perdida, 4 bolhas no pé, goiaba e calor. Um céu cheinho de estrelas. Pobreza e sorrisos visíveis por todos os lados. Gente simpática, povo conversador. Embarco para Lichinga, norte do país. Continuo sem mala, prometeram-me entregar o mais breve possível. Comprei 3 calcinhas, duas camisetas e uma calça. Roupa suficiente para os próximos dias.

Dia 04 de Abril

Onde está o meu mamão? Já vi várias árvores pela rua, porém não encontrei ninguém vendendo. Tantas semelhanças com o Brasil, tanto colorido... e por falar em coisas em comum, vi uma barata, até parecia brasileira, mas eu corri tão rápido que não tive tempo de perguntar a sua nacionalidade, nem de pedir o seu passaporte. Algumas vezes, sinto-me em Cachoeira (interior da Bahia), no entanto, aqui ainda é mais pobre. Minha mala ainda não chegou. Quero minhas havaianas, meus pés não resistirão por muito tempo.

Fotos: Fabiana Massoquette