Un desplomo de realidad

Por: Fabiana Massoquette

Lilith* estaba en su momento ermitaño, en una soledad profunda, lo que no era propio de sí. Pero esa noche, tenía que irse a una fiesta, así que decidió divertirse. Sería cómo hace tiempo no lo era: guapa, interesante y seductora. Así fue, mientras su carita sonreía con inocencia, su cuerpo pedía pasión.

En la fiesta, Lilith habló lo que calló por meses. Fue como si hubiese abierto el grifo de las palabras. Ellas saltaban de su boca y todos tomaban la chica por interesante, lo que la concedía un poder de envolver más y más todos que la acercaban.

Cuando llegó el momento en que las niñas buenas regresan a casa, Lilith siguió, porque ella no era el tipo de abandonar una fiesta en la mitad. Restaban los hombres y ellos planeaban irse a un sitio de baile. ¿Baile? Pensó Lilith, no había una situación donde si quedaba más a gusto con el mundo que bailando, además con hombres. Territorio seguro y ella quería volver a caminar por tierras amigas.

En un grupo de ocho chavales, ella era la única estrella, lista para iluminar todo el bar y quizás la ciudad. Entre ellos, ella se sentía especial “in a good way”. Así, embriagada de placer, ella hablaba libremente sobre todas las cosas y sentía que dentro de sí una luz que nunca debería haberse apagado volvía a encenderse . Con esa luz regresaron antiguos deseos y sentimientos. Cuanto más ella brillaba, más sentía que crecía e volvía a retomar su poder.

Con tantos hombres pidiéndola para ser él el elegido, Lilith escogió a uno. No era lo más bello, ni lo más rubio, pero sí era alto, con manos muy bonitas y la hacía sonreír. Con las maletas listas para partir, ella quería solamente ejercitar su poder de seducción por una noche y dar un poco de alegría a su cuerpo.

Dejó el chico imaginar que la seducía, que la conquistaba con cada palabra y cada gesto. Él la acompañó a casa, ella le invitó a entrar. Hablaron y se rieron por horas, hasta que pasó lo inevitable, lo que había que pasar. Todo fue explosivo y tierno. Adormecieron abrazados. Lilith tuvo sueños felices, se sentía fuerte otra vez.

Al despertar, la vida insistía en retomar la normalidad. El teléfono de él sonaba y él se despertó agitado queriendo, no queriendo, irse. Al final, se fue porque la vida pedía pasaje y dijo: "entonces nos vemos, ¿verdad?". "¿Cuándo te vas?"

Ella muy tranquila contestó: "el próximo viernes". Él la miró un poco perdido y ella no si dio cuenta. Él entonces dije que estaba encantado de conocerla, abrió la puerta y lanzó su última mirada sobre ella. Un viento de realidad sopló tan fuerte, que Lilith creyó que se desplomaba por un precipicio, le faltaron las palabras, sintió que era del tamaño de un grano de arena. Ella sabía que todo era por una sola noche, pero él ni al menos le preguntara por su número de teléfono. Ella intentó respirar y dijo: "yo también estoy encantada de conocerte" intentando sonreír inútilmente. La puerta sonó como un duro "hasta nunca más". El vacío y el frío que la habían abandonado la última noche volvieron a hacerla compañía y la vida siguió su paso.

*El personaje se llama Lilith en homenaje a la primera mujer de la Biblia, que fue hecha de lo mismo barro de Adán y por ser su igual quería lo mismo que él. No quería ser subyugada, deseaba el placer, o sea, fue la primera feminista de la historia. Dios se quedó descontento con tal comportamiento y la expulsó del paraíso. Lilith pasó a vivir en las tierras bajas, acostándose con los demonios, teniendo orgasmos, pero a la vez fue punida con los partos en dolor. Más tarde, quitaran esta parte de la Biblia para que las mujeres no se rebelasen.

Excuse my French

Eu sempre acreditei que os verdadeiros romances eram em francês. Para mim essa era a condição fundamental, porque francês soa paixão. Parece um idioma criado para os amantes, para dizer: Je t’aime ou mon amour. Hoje, a única linguagem que acredito ser sincera e indispensável para se viver uma verdadeira história de amor é a do coração, independente da melodia que isso venha a ter.

Piegas, verdade? Mas hoje estou assim. Pensando bobagens, encaixotando sentimentos por dentro e roupas por fora. Hora de mudança outra vez.

Desejo de mar

Por: Fabiana Massoquette


Tenho um desejo de mar

Um sabor pôr-do-sol dourado na boca

Um olhar de brisa e um sorriso estrelado

Suas palavras maresia amarelam minha melodia

Ondulam conchas e pensamentos

Eu, seu mar

Você mareia em mim

Areia, castelos, pontes e afins

Sonhos alaranjados

Azul festim

Tudo perfeito, enfim!

Para sempre

Sempre, sempre eterno

Amor de verão e fim!


Obs: As imagens eu peguei da página www.fotosdahora.com.br

Plasmando melancolia

Por: Fabiana Massoquette


Numa melancolia insólita você se plasma

Fazendo andar pela casa todos os fantasmas de uma relação que se desfez

Em um dia de sentimentos acinzentados vejo sua tez nas paredes da cozinha

Preciso de seus abraços, me sinto sozinha!

Volto a relembrar aquilo que nunca chegamos a viver

E sentir saudades das palavras que nunca sairão da sua boca,

mas que não posso esquecer

E assim como o poeta ,também questiono,

me diz:

Por que eu também não fui feliz?

As malas estão prontas sobre a mesa, junto ao meu coração

E todos os sentimentos que restaram da nossa relação

Porque PARTIR reúne agora todos os possíveis significados

Pobre dos meus sentimentos tão maltratados

E a rima entre coração e solidão me parece cada vez mais fácil

Mas aguardo o dia em que direi...

Não tolero

Talvez pondero,

Mas não venero

Já não espero...

Nem ao menos quero....

Ficar perto de você!

Por lo que vendrá

Por: Fabiana Massoquette

No busques semejanzas porque quizás todo te conduzca por caminos de recuerdos que te aprisionan en el pasado. Recuerdos de cosas que no volverán jamás, historias muertas que no resucitarán pase lo que pase. Tienes que confiar que lo mejor todavía está por venir, la mejor historia es la que será escrita, el mejor beso aún será dado y los días venideros serón los mejores de toda tu existencia. Tienes que creer. No puedes perder la esperanza. No desistas, por mejor que sean tus recuerdos. No te aprisiones. No te agarres al pasado. Déjalo atrás, porque él es viejo y tiene que descansar. Tampoco corras buscando alcanzar el futuro, porque él vira. ¡Sólo vivas! Vivas con la certeza de que todo lo que buscas va a llegar.

Yoquesé

Por: Fabiana Massoquette

Mis pensamientos pintaron cuadros de colores inexistentes. Mis dudas atravesaron días de interrogación. Mi ansia devoró galletas de angustia. Mis uñas se aferraron en mi juicio, destrozándolo en miles de pedacitos. Mi saliva secó lo que mi boca calló en decir. Mis ojos buscaron lo invisible, lo indecible, lo impensable y por no lo lograr revelar lo que sentía, por no conseguir hablar lo que quería, ni explicar lo que soñaba y deseaba, entonces por fin se callaron mis m…a…n…o…s!

Umnãoseique

Por: Fabiana Massoquette

Meus pensamentos pintaram quadros de cores inexistentes. Minhas dúvidas atravessaram dias de interrogação. Minha ânsia devorou biscoitos de angústia. Minhas unhas fincaram-se em meu juízo, destroçando-o em mil pedacinhos. Minha saliva secou as palavras que minha boca calou em dizer. Meus olhos foram em direção ao invisível, ao indizível, ao impensável e por não conseguir revelar o que sentia, por não conseguir falar o que queria, nem explicar o que sonhava e desejava, então por fim, se calaram minhas m…ã…o…s!

Cinza

Os dias passam. No céu apenas a alteração de tonalidades de cinza. Tudo pesa: as nuvens, o ar e eu, porém tenho a sensação que nem tudo passa e chega ao fim.

A neve teima em cair e o sol em não chegar. O pensamento de que o inferno é branco não sai da minha cabeça. Algumas vezes, tenho a sensação que vão esquecer-se de amanhecer o dia e ficarei presa no meio da escuridão e do frio, numa imensidão de cinza escuro, quase preto...quase branco!

Hoje, é segunda-feira e eu tenho TPM. Tudo parece ainda mais triste. A aula sobre crise financeira quase me faz chorar.

As palavras não chegam aos meus dedos, nem a voz a minha boca. Tranco-me para fugir, mas o nada e o vazio não conhecem barreiras e me descobrem aqui, sozinha e em silêncio.

As paredes brancas também me afogam em um mar descolorido. Meus quadros de mil cores se caem a cada instante, parecem atirar-se por vontade própria em tentativa de suicídio.

Será que Deus usou todas as suas tintas no lugar de onde eu vim?

Deixei tudo o que amava para testar meus limites e agora sei que ele termina em um longo inverno, em um país chamado Suécia.

Texto: Fabiana Massoquette

Foto: Fábio Bittencourt